Dicen que las crisis generan oportunidades y la historia de los hermanos Jesús y Javier Mesta es una clara muestra de ello.

En 2006, la empresa que les heredó su padre estaba a punto de quebrar debido a la invasión de textiles provenientes de Asia. Ellos elaboraban pantalones de mezclilla en su natal Chihuahua, pero cuando las ventas comenzaron a caer, supieron que debían buscar nuevos horizontes. “Empezamos a analizar en qué invertir y vimos que la industria aeroespacial estaba comenzando a aterrizar en México”, recuerda Jesús Mesta, Director Ejecutivo de Soisa.

Hoy la empresa manufactura más de 40 productos aeroespaciales y provee a empresas como Boeing, Airbus y Bombardier, y a aerolíneas como United, easyJet y Shangai Airlines, entre otras.

Pero el cambio estuvo lejos de ser sencillo. Lo primero que hicieron los hermanos Mesta fue certificarse en AS9100, pues sin esto sería imposible entrar a la industria aeroespacial. Ya con la certificación, se enteraron de que TechBA podía apoyarlos y solicitaron ir a Montreal, donde comenzaron a trabajar con consultores que cuentan con experiencia en importantes firmas aeroespaciales.

Antes de ir a TechBA, los hermanos Mesta no tenían una idea clara del futuro, pero luego de tres años en el programa, han desarrollado una visión “bien definida y estructurada, con objetivos y acciones muy claras”, afirma Jesús.

El crecimiento de Soisa ha sido exponencial y, por ende, excepcional. De apenas siete empleados que tenía en 2007, la empresa incrementó su plantilla a 170 en 2011. En cuanto a ventas, de 2008 a 2009 la empresa cuadriplicó su volumen; en 2010 y 2011 lo duplicó, y esperan volver a duplicar sus ventas en 2012.

Cuestionado sobre su fórmula del éxito, Jesús dice que todo es producto de la disciplina. “El primer reto fue obtener la certificación, porque implica mucha disciplina y conservarla también. Lo demás ha venido como consecuencia”. Esta disciplina se vive a diario en la empresa, cuya cultura de la calidad gira alrededor de dos frases: “hacerlo bien a la primera”, y “superar permanentemente las expectativas de tu cliente”.

Hoy, Soisa puede garantizar que sus productos exceden las expectativas de sus clientes porque la empresa sigue empeñada en mejorar sus servicios. “Tenemos a una persona que se dedica a retroalimentarnos constantemente y el cliente está encantado porque le ofrecemos mejor servicio, y nosotros también porque podemos complementarnos mejor”, concluye Jesús.